Julio Ikeda - EMPRESA -> SAN FERNANDO
El patriarca de los Ikeda no nació en el Perú, pero sí demostró durante toda su vida que quería a este país mucho más que el promedio. Julio Ikeda (padre) llegó desde Japón a los 15 años, en 1927, y como la mayoría de los nipones que arribaron al Callao en aquella época, su primer trabajo fue de agricultor en el ‘Norte chico’. Comenzaba a tener relativo éxito como pequeño empresario cuando en 1944, producto de la II Guerra Mundial, el gobierno peruano lo deportó a Estados Unidos, junto a buena parte de la colonia japonesa en nuestro país. Pese a esa experiencia, decidió volver y fundar aquí San Fernando, el que hoy es el grupo más importante de la industria de alimentos a escala nacional.
Máximo San Romás - EMPRESA -> NOVA
En un país en el que tener origen andino y ser pobre se convierte en una combinación fatal que complota contra salir adelante, Máximo San Román –cusqueño de Quispicanchis- optó por el único camino que le quedaba libre para surgir: estudiar. Primero, ingeniería mecánica en la UNI. Y después una serie de pasantías y especializaciones en Norteamérica, Europa y Asia. Uno tras otro, todos fueron pasos cuesta arriba. Cuando era un estudiante de ingeniería tuvo que doblar fierros en la puerta de un taller de mecánica en Piñonate, barrio bravo frente a su universidad. Poco después fabricó su primera máquina, el molino picador, y desde entonces otras para la industria metal mecánica, agroindustrial, minera y para la panificación. A los 34 años, en plena carrera ascendente en el sector privado, decidió arriesgarse y fundar Nova, su fábrica insignia que hoy exporta equipos de panificación a Sudamérica y Norteamérica, y que emplea a cerca de 400 personas. Ingresó a la política y fue vicepresidente de Alberto Fujimori hasta 1992, año del famoso autogolpe, cuando se retiró. Su discurso suele tener un fuerte contenido social: “Tenemos que cambiar nosotros al país no esperar que el gobierno lo haga”.